
Después de dos años de pandemia y con la inflación aún al acecho de los bolsillos, quienes han logrado mantener sus finanzas a flote han visto cómo sus ideas de unas buenas vacaciones se transformaron, en orden de priorizar, por encima de todo, el descanso.
Ahora, para los más ricos, el sueño de unas vacaciones perfectas es, precisa y jocosamente, eso: el sueño. Dormir toda la noche se volvió una necesidad imperante, no solo para sobrellevar el estrés por la incertidumbre económica, sino también las secuelas psicológicas que dejó el virus a su paso.
Reservar una habitación de lujo solo para dormir tranquilamente puede parecer poco convencional en estos momentos, pero se está convirtiendo en una tendencia que la prensa anglosajona ha bautizado como sleep tourism, o bien: turismo para “dormilones”.
Un reportaje de CNN miércoles informó que el turismo del sueño ha ido creciendo en popularidad durante los últimos años, con una cantidad cada vez mayor de alojamientos centrados en la calidad del sueño, promovidos por hoteles y resorts de todo el mundo.
El interés se ha disparado desde la pandemia, y los establecimientos de alto perfil han sabido explotarlo. Por ejemplo, el exclusivo 5 estrellas Park Hyatt New York Hotel inauguró por estos meses el servicio Bryte Restorative Sleep Suite, una suite de 83 metros cuadrados repleta de comodidades para mejorar el sueño.
Casi US$1.500 por una habitación con IA para dormir bien
Según la página web del hotel, la suite cuenta con un difusor de aceites esenciales, mascarillas para dormir personalizadas y una colección de literatura relacionada con el sueño. Su producto estrella es una cama de marca registrada, The Restorative Bed, diseñada con apoyo de IA (Inteligencia Artificial) y la ciencia del sueño.
La cama “permite a los huéspedes combatir el desfase horario, dormirse más rápido y permanecer dormidos por más tiempo, ya que se ajusta dinámicamente para aliviar los puntos de presión y controlar el clima a lo largo de las distintas etapas del sueño”, dice el hotel.
Los huéspedes también tienen la posibilidad de almacenar sus preferencias de sueño y acceder a su perfil digital de cama personal cada vez que regresen a la habitación. Reservar la suite del Hyatt cuesta casi US$1.500, según informó Business Insider a principios de año.
Otra instalación que busca aprovechar la tendencia es la cadena internacional Rosewood Hotels & Resorts, que lanzó una colección de retiros llamada Alchemy of Sleep, diseñada para “promover el descanso”.
Se trata de una colección global e inmersiva que incluye tratamientos para inducir el sueño, “dedicados a aquellos con intenciones de un cambio profundo en el año, y cuidadosamente elaborados para la renovación del cuerpo y la longevidad por venir”, dice un comunicado de prensa de la compañía.
“Los huéspedes pueden optar por un ‘Dreamscape’ de una noche o extender de dos a cinco noches para una ‘Transformación del sueño’, brindando una estadía aún más inmersiva. Como complemento a estas ofertas, Curated Sleep Boxes presenta productos como mezclas de aceites esenciales, mezclas de té, nieblas de lino de aromaterapia y máscaras de ojos de seda”.
En Londres también se inauguró Zedwell, el primer hotel centrado en el sueño, que ofrece habitaciones equipadas con “insonorización innovadora”; mientras el fabricante sueco de camas Hastens estableció su primer Hästens Sleep Spa Hotel del mundo, un hotel boutique de 15 habitaciones en la ciudad portuguesa de Coimbra.