
Por Victoriano Robles Cruz
¡Todos a votar! Para el domingo próximo tenemos el deber ciudadano de ir a ejercer el preciado derecho del voto. Y todos debemos asistir a nuestra casilla asignada por la ubicación domiciliaria, no desdeñe esta oportunidad. Muchas sociedades aún luchan por alcanzar este derecho universal.
Cumplir con esta parte de la democracia tiene sus ventajas: Cierto muchos ciudadanos del mundo han muerto en la lucha por el voto. Cuando votamos, participamos en decisiones relacionadas con la salud, inmigración, equidad de género, derecho de votar, infraestructura, empleo, educación, seguro social, seguridad para nuestras comunidades, impuestos, y un largo etcétera.
Con nuestros votos también ejercemos otra lucha: contra los vicios de la corrupción, impunidad y el tradicional saqueo de las mafias políticas. Esa dimensión está incluida en el derecho de votar. Podemos sacar a los tradicionales corruptos de esa mafia de poder.
Si no votamos existe la enorme posibilidad de que alguien decida por nosotros. No permitas que otros puedan decidir por leyes que nos pueden ofrecer beneficios para nuestras familias y para nuestras comunidades. No podemos vivir lamentándonos o culpándonos por políticos que traicionan los intereses de nuestras colectividades sociales.
Tomamos la iniciativa al poder elegir a quienes decidirán en nuestras condiciones de bienestar. El voto no sólo puede afectar nuestras condiciones laborales sino también nuestros derechos de libertad de asociación o hasta los sistemas de salud laboral del trabajador como de su familia.
La oportunidad educativa también va incluida en este derecho a votar. Mejores escuelas, mejores sistemas educativos, mejores profesionales de la educación. También determinarán los costos y calidad del proceso enseñanza y aprendizaje para el futuro de nuestra patria: niños y jóvenes.
Y quizá la tarea más pendiente de mexicanos y quintanarroenses: la seguridad de nuestra sociedad. También puede cambiar si ejercemos nuestro derecho de votar.
Ahora –somos testigos- de cómo se ha desmoronado nuestra precaria paz social. Los dirigentes políticos bien parecen cómplices de las mafias del poder fáctico, que fieles intérpretes de las demandas y sentires sociales. Votemos y cambiemos esta tragedia.
Quintana Roo vive los peores momentos de inseguridad pública. El interés del gobernante en turno ha cambiado, ahora ya no es proteger a los quintanarroenses, sino proteger a las mafias de la criminalidad y narcotráfico con impunidad, con su silencio o bien con la desinformación. Eso podemos cambiarlo con nuestro derecho al voto.
En la anterior columnilla dijimos de la indiferencia por la criminalidad en el gobierno de Carlos Joaquín ante tantos hechos delictivos contra políticos y sociedad, y la ausencia de pronunciamientos de reproche, reprobación o recriminación por esta violencia. En esta “tierra de nadie”, nadie maldice ni crítica desde el “gobierno del cambio” los hechos de violencia. ¿Será la intención sembrar miedo para que no votemos?
Ahora, a escasos tres días del domingo electoral, 6 de junio, nadie ha ofrecido desde el ejecutivo la seguridad para los ciudadanos que ejerceremos el derecho al voto. Nadie ha ofrecido las mínimas garantías para que los ciudadanos podamos salir con mejor confianza de nuestros domicilios a votar. Las garantías para ejercer el derecho al voto son desde antaño un aspecto esencial en toda democracia. Hasta ahora Carlos Joaquín no ha ofrecido nada: pero, salgamos a votar. Desde tempranito ejerce tu voto.
PD.- “La selección democrática de las autoridades políticas, constituye junto con los derechos de expresión, de reunión, de asociación y de libertad de prensa, el principio seminal de las democracias, hoy día y debe comprenderse como un proceso histórico profundo y largo”.(Con información de vivorianus.com)