
Chetumal, Quintana Roo.- En la carretera federal rumbo al estado de Campeche, de nuevo han comenzado a surgir delincuentes que, como hace años lo hicieron, colocan obstáculos en la vía de rodamiento para obligar a los automovilistas a detenerse y entonces, ser asaltados por personas que salen del monte.
Uno de estos testimonios que da cuenta del resurgimiento de este tipo de modus operandi para delinquir en las carreteras fue hecho público por el ciudadano Emmanuel Magaña, quien posteó una historia sufrida en carne propia el pasado domingo en la carretera federal Chetumal-Escárcega.
De acuerdo con la publicación que incluso pidió compartir para alertar a los automovilistas, asienta que regresaba de la ciudad de Villahermosa, estado de Tabasco, el domingo último y cuando transitaba por el tramo de Nicolás Bravo, Quintana Roo, siendo aproximadamente las 7:30 pm, observó en la vía de rodamiento una caja rosada de plástico que al parecer contenía piedras, puesto que su vehículo al golpearla se destrozó la facia delantera.
Al mostrar la fotografía dijo que se pudo percatarme que dos sujetos estaban a bordo de una motocicleta, bien estacionados a un costado de la carretera y vio también a una mujer descender de ella. Narró que no se detuve porque supuso que se trataba de un asalto.
Agregó que en platicas con un transportista de frutas que continuamente viaja por esos lugares, supo que ese es el modo de operación de algunos delincuentes que andan en grupos de motociclistas que salen de su escondite en la maleza y aparentan sufrir un accidente.
» Se los comento para que se comenten entre todos ustedes y si alguien viaja a Villahermosa, Campeche o por esa zona, tomen sus precauciones. De milagro se los estoy contando pues tuve que volantear para esquivar el impacto frontal, pues la caja iba a impactar en medio de la zona frontal del vehículo, sino otra cosa hubiera sido. Alerten a sus amigos, familiares y gente de la tercera edad. Mara Lezama», puntualiza.
Es importante recordar que hace algunos años la extinta Policía Federal de Caminos se vio en la necesidad de implementar algunas acciones para atacar la ola de robos que se dan en la carretera. En aquel entonces, en un tramo antes de llegar a la población de Xpugil, Campeche, por donde los delincuentes detenían autobuses ADO y los obligaban a meterse a un despoblado en donde desvalijaban a los pasajeros, llegándose incluso a otros delitos como la violación.
En aquel entonces la Policía Federal de Caminos incrementó sus patrullajes y dispuso incluso que elementos de la corporación viajaran de incógnitos en los autobuses para lograr abatir ese delito que paulatinamente fue disminuyendo hasta que, de nuevo, ocurre de nuevo.