
Luego de reunirse con la gobernadora de Quintana Roo, Mara Lezama Espinosa, ejidatarios de Laguna Om, calificados como “rebeldes” terminaron por aceptar que el paradero del tren maya que originalmente se asentaría en el poblado de Nicolás Bravo, sea establecido en la cercanía de las ruinas de Kohunlich.
Luego de reunirse con la gobernadora de Quintana Roo, Mara Lezama Espinosa, ejidatarios de Laguna Om, calificados como “rebeldes” terminaron por aceptar que el paradero del tren maya que originalmente se asentaría en el poblado de Nicolás Bravo, sea establecido en la cercanía de las ruinas de Kohunlich.
La zona aceptada es la llamada Los Mangos, para beneficio del Grupo Hotelero Posadas, tal y como acusó en su momento los ejidatarios, y a cambio se les prometió impulsar el desarrollo turístico ecológico de la zona que beneficie a sus habitantes y a la zona sur y retomar también el estudio y análisis de que se convierta en un municipio más de Quintana Roo.
De acuerdo con Lorenzo Várguez Canul, quien encabezó a los ejidatarios la gobernadora dejó muy claro que no depende de ella la reubicación ya que es federal, por lo que después de varios intentos y manifestaciones que incluyó el bloqueo de la carretera federal, los ejidatarios aceptaron a cambio el impulso del desarrollo del polígono en donde originalmente se construiría el paradero con proyectos turísticos; avanzar con la apertura de la zona arqueológica de Chakambakan y los sitios aledaños como los Yesales, lagunas, El Mirador y la reserva del jaguar.
Además, en el área del ex basurero, donde originalmente estaría el paradero, se proyecta la construcción de una Universidad del Bienestar y su albergue escolar, prometiéndoles dotarlos de calles, avenidas, alumbrado, pavimentación, hospital y drenaje a la comunidad.
Asimismo, darán continuidad a la propuesta de convertir a Nicolás Bravo en el municipio número 12 del Estado y la creación de un mercado artesanal también en la zona donde estaría originalmente el paradero del Tren Maya.